La sonrisa es la sal de la vida.
La sal que tu llevas dentro,
usala a todas horas y olvidarás el salero.
Cuando pienses que todo va bien
comprueba si estás despierto,
pues puede que solo haya sido un sueño.
Vive, canta, rie, no llores,
abre los ojos y respira fuerte.
Grita a los cuatro vientos
que la vida es maravillosa
y que tu quieres seguir dentro.
Cuando consigas algo
en lo que hayas puesto empeño
muestranos tu alegria
y así todos tan contentos.
Rosa Planelles
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