Estos días estamos viviendo los días más calurosos del año, pero también son los más tristes para nosotros, esta semana echó su vuelo Concha, uno de nuestros pilares.
Concha llevaba 10 años compartiendo muchas anécdotas, clases y buenos momentos. Era una persona culta, no se resistía a dejar ningún problema sin hacer, si no sabía preguntaba y buscaba las mil maneras para poder dar con el resultado.
Era una de esas personas que pese a las complicaciones y dificultades que pudiese tener siempre estaba con una sonrisa en la cara, con buenas palabras para todos y dispuesta a defender al débil.
Estos últimos años estaba más delicada por lo que no podía venir al centro, a su club, donde tanto aprendía, donde conoció a muchas compañeras; que hoy día, anhelan su presencia pero que saben que allí donde esté las mira y las anima a seguir adelante, a que cualquier reto que encuentren luchen por su superación. Hicimos que el centro fuera a su casa, que sintiera el calor de todos, con llamadas y visitas, compartimos momentos de sabiduría, de risas, conversaciones que nunca se querían terminar pues encontrabas en ella una escucha y una paz que era difícil de decir me voy. Damos gracias por cada uno de esos momentos porque quedan grabados a fuego y van a ser testimonio vivo.
Solamente decir que Concha es y será siempre parte de nosotros, que no es un adiós es hasta pronto, no nos despedimos de ti si no que soñamos con volver a vernos, a hablar, reír, resolver acertijos y todo lo que se nos ponga en el camino pero sin olvidar sonreir.

DESPEDIDA
Es hora de partir, llegó el momento;
a despedirme me convida el tiempo
y sin haber caminado diferente
mi gratitud de compañero os dejo.
Debo alejarme, me llamó el destino
y es con vosotros mi deber primero
para expresarme agradecido en todo
cuanto a mi propio bienestar pusieron
Me alejo ya, me toca hoy despedirme
con un abrazo yo debiera hacerlo;
lo haré en plural y con aprecio
porque en la forma singular no puedo.
No es un adiós amigos compañeros,
el que nos toca desatar del pecho;
hasta luego os diré. Sí; solo esto
porque el recuerdo para mí es eterno.
Carlos Zuluaga